Llevo algunos días un poco mustio, quizá sea la astenia primaveral o simplemente que en junio cumplo 43 años. El problema es echar la vista atrás y descubrir todos los sueños que uno no ha cumplido, aquellos que siempre dejamos para luego, porque pensamos que hay tiempo, y de repente, nos encontramos con que ha comenzado la cuenta atrás.
Probablemente a todos nos cuesta envejecer, ver que el pelo de la coronilla se traslada a las orejas, que cuando te preguntan la hora o dónde está esa calle te hablan de usted, o te dicen “¡¡oiga señor!!”, que te das cuenta que estás más a gusto con tus zapatos y tu camisa de siempre, esa que ya para todos ha pasado de moda.
A pesar de todo me hago una reflexión: ¿Cuándo empieza uno a envejecer? ¿Quién envejece más rápido?
Para mí la respuesta está muy clara. Se empieza a envejecer cuando se pierde la curiosidad, cuando se pierden las ganas de aprender. Por suerte, ésas las tengo intactas, sigo teniendo curiosidad, sigo con ganas de renovarme y vivir nuevas experiencias.
A vosotros, que ahora comenzáis, os digo que esas ganas se cultivan, y que una vez cultivadas se convierten en la adicción más dulce de todas, que si bien es importante labrarse un futuro, prepararse para la vida laboral, lo es igual o más, el hecho en sí mismo de adquirir conocimientos, de ser mejor, de saber más, de sentirse culto y capacitado para hablar de todo, pues en ese conocimiento está la libertad, la capacidad de elegir y la esencia de aquello que nos hace humanos.
Aprended a disfrutar de aprender y os sentiréis más llenos y lo que es más importante envejeceréis más tarde (ahora parece poco importante, pero no os imagináis como corre el tiempo).
Yo por lo pronto, como ya he acabado otro minicurso de html, me he apuntado a clases de salsa y bachata, y la verdad es que me lo estoy pasando de P.M.
¡¡Muchas felicidades de parte de tus alumnos de grafica publicitaria de Guadalajara!!. Ánimo